Y mientras nevaba y nevaba, las estrellas se confundían con los topos de nieve, y se iban acercando a la aldea de los inuits.
Donde los árboles y los tipis, se preparaban para el frrrrío...
Y el telón de papel dijo:
- Os voy a regalar una pequeña noche, rellena y bien rellena de estrellas,
¡¡¡ ha ha ha !!!-
- Que majas eran las estrellas, no paraban de reír, troncharse y cuchichear...
Algo se cocinaba...